Yo estaba trabajando en la Patagonia desde el año anterior.
Era un empleado hotelero hecho y derecho, y me fui a probar suerte al sur, guiado por el espíritu pingüino que inundaba al país entero.
Entre todos los empleados terminamos de levantar el puto hotel, un laburo durísimo que duró semanas. Por fin estaba todo listo para abrir las puertas.
Fue un sábado, si mal no recuerdo. Llegaron él y ella.
Yo, más joven y audaz, la tomo del hombro, sonreímos, foto y beso.
Acalaración: la foto está recortada porque a mi lado hay un compañero al que no quiero exponer en este post.
Otra cosa:
hoy se le dió media sanción a la ley que aprueba el matrimonio homosexual. Y entonces escuchamos y leímos los testimonios de unos y otros (diputados, dirigentes sociales, clérigos, etc.) hablar del tema. Algunos testimonios me hicieron reflexionar en algo que leí hace poco, en el ya famoso libro de José Ingenieros titulado "Las fuerzas morales".
Esto es lo que decía en 1925 el filósofo argentino: "Los dogmatismos tradicionales son grillos que en vano pretenden paralizar la eterna renovación de los deberes y de los derechos".
Y otra cosa más:
preparense para otra foto mía, más incriminadora aún.
Saludos
2 comentarios:
muymuy linda foto
preciosos ambos q elegancia xd
Muy buena esa frase!
Publicar un comentario