Gran sorpresa me llevé al volver a escuchar tamaña canción de los primeros años de ese bombardero que alguna vez fue: U2, Twilight.
Minuto 2,54. El tema ingresa en su parte más desbocada. Riff furioso de un adolescente David Howell Evans, aka The Edge, y a cobrar.
Deviene una calma frágil, agarrada con alfileres, como debe ser toda buena canción que solo persigue el goce de sus hacedores y de quiénes la escuchan.
Alguna vez creí en la rebeldía irlandesa de la banda. Alguna vez caminé por un lugar tan mágico y auténtico como ese, la adolescencia, y también como este que se ve en las fotos:
Recomendaciones finales: pónganse auriculares y escuchen Twilight. Suban el volumen.
Nota del autor de este post: después de Twilight sigan con The Unforgettable Fire, también de U2, y vuelvan a mirar las fotos, que sin duda acompañan mucho mejor a esta canción.